a little conversation
2.4.11
Que quede claro. A mi, ni me gustan los bancos, ni me gusta el fútbol.
El verano pasado, ambos mundos se juntaron: un banco pidió a Pep Guardiola, entrenador del Barcelona F.C., que charlara sobre su filosofía y su modo de hacer la cosas en el deporte y la vida.
He leído el resultado de esta charla hace poco y tengo que decir que me ha gustado mucho la forma de pensar que tiene Pep Guardiola. Trasladado al mundo de la empresa, creo que todos podemos coger algo de esta manera de ver las cosas, pero sobre todo muchos directivos y jefes que deberían leerlo para aplicar este sentido común y visión humana a su gestión del liderazgo en su entorno laboral.
Aquí tenéis algunos extractos de la charla.
Innovación
[..] Lo que te hace crecer es la derrota, el error. Es lo que te mantiene alerta. En la victoria piensas: "Genial, hemos ganado". Y seguro que hemos cosas mal, pero te relajas. Para lo único que sirve la victoria es para dormir bien. Sin embargo, cuando no tienes esa tensión necesaria, el miedo a quedar mal, el miedo a que te destrocen en la prensa, entonces no te esfuerzas como debes. En este contexto de tensión casi constante, cada decisión tiene mucho peso. Por eso, cuando haces algo, no debes creer que debes hacerlo, debes sentir que debes hacerlo. Y esto pasa con la innovación. Innovas si realmente lo sientes. Yo necesito sentir las cosas, no creerlas. Cuando las siento, voy derecho, no tengo miedo y me lanzo. [..]
Superación
[..] Yo creo que la superación está en el ser humano. Allá donde trabajas te van poniendo retos: "Ahora viene este reto, después vendrá este otro, éste ya lo he hecho y no me motiva...". Pero cuando el reto te llama, tú tiras.
[..] Yo no espero a que el otro equipo haga algo, no, yo voy a por ti. Si ganamos será mérito nuestro y si perdemos será culpa nuestra. Nosotros proponemos y otros disponen. Esto se traduce así: "Voy a jugar y voy a ser protagonista, a hacer algo en el partido, no a esperar a que las cosas sucedan".[..]
El verano pasado, ambos mundos se juntaron: un banco pidió a Pep Guardiola, entrenador del Barcelona F.C., que charlara sobre su filosofía y su modo de hacer la cosas en el deporte y la vida.
He leído el resultado de esta charla hace poco y tengo que decir que me ha gustado mucho la forma de pensar que tiene Pep Guardiola. Trasladado al mundo de la empresa, creo que todos podemos coger algo de esta manera de ver las cosas, pero sobre todo muchos directivos y jefes que deberían leerlo para aplicar este sentido común y visión humana a su gestión del liderazgo en su entorno laboral.
Aquí tenéis algunos extractos de la charla.
Innovación
[..] Lo que te hace crecer es la derrota, el error. Es lo que te mantiene alerta. En la victoria piensas: "Genial, hemos ganado". Y seguro que hemos cosas mal, pero te relajas. Para lo único que sirve la victoria es para dormir bien. Sin embargo, cuando no tienes esa tensión necesaria, el miedo a quedar mal, el miedo a que te destrocen en la prensa, entonces no te esfuerzas como debes. En este contexto de tensión casi constante, cada decisión tiene mucho peso. Por eso, cuando haces algo, no debes creer que debes hacerlo, debes sentir que debes hacerlo. Y esto pasa con la innovación. Innovas si realmente lo sientes. Yo necesito sentir las cosas, no creerlas. Cuando las siento, voy derecho, no tengo miedo y me lanzo. [..]
Superación
[..] Yo creo que la superación está en el ser humano. Allá donde trabajas te van poniendo retos: "Ahora viene este reto, después vendrá este otro, éste ya lo he hecho y no me motiva...". Pero cuando el reto te llama, tú tiras.
[..] Yo no espero a que el otro equipo haga algo, no, yo voy a por ti. Si ganamos será mérito nuestro y si perdemos será culpa nuestra. Nosotros proponemos y otros disponen. Esto se traduce así: "Voy a jugar y voy a ser protagonista, a hacer algo en el partido, no a esperar a que las cosas sucedan".[..]
Ellos saben que todo lo que les pido lo pueden hacer. Jamás le he pedido a un jugador algo que no pueda hacer, jamás.
Exigencia
Ante la victoria no es que te acomodes, en todo caso te confunde. Pero acomodarte en un entorno tan exigente como el nuestro es muy difícil. Yo he vivido la derrota y lo duro que puede llegar a ser. [..]
El jugador se va y se va a casa. Yo acabo, gano, tomo un poco de jamón en el vestuario o una copa de vino. Ok, perfecto, hoy hemos ganado. Pero luego viene un jugador que te dice: "No veas cómo está de enfadado el que no ha jugado, el que no has sacado, el que has hecho calentar...". Y tú te llevas a casa el enfado de ese jugador. Y dices: "A ver qué hago yo para volver a ganármelo mañana". Y no le puedo decir: "Tranquilo, ya jugarás mañana". No, porque somos adultos, y si le digo: "No has jugado por este motivo" él lo que entiende es: "Tú quieres a ése y no me quieres a mi". Porque al final todo se reduce a sentirse querido. Se trata de hacer un trabajo que te guste y sentirte amado. [..]
Pasión
[..] Cuando uno no da todo lo que puede, entonces pienso que a lo mejor algo le pasa en su vida privada o que tiene algún problema. Entonces ahí le tengo que echar una mano. Cuando uno no da al equipo no es porque sea malo o una jeta. Si fuese así, o me voy yo, o al día siguiente esta persona está fuera. Igual sí que es así, al final, y me doy cuenta tarde, pero yo primero le tiendo la mano. A mi me pasa mucho que veo un conflicto y a los cinco minutos digo: "A éste le echo, no le aguanto". Pero tu obligación es otra. A mi me pagan para gestionar a este jugador, para recuperarlo. Y yo voy e intento otra vez echarle una mano. ¿Para qué? Yo no creo que ellos no quieran hacerlo bien, si no, no podría estar con ellos, me iría.
Trabajo en equipo
Al final, una de la razones del éxito es saber escoger. Si ahora ficho bien, me ahorro el 80% de trabajo. [..] En cada caso se trata de escoger bien. Por eso también es importante preguntarse "¿Son buenos?" vale, sí, ¿Pero cómo son como vecinos?". [..] Hay entrenadores a los que les gusta que haya cierto conflicto, porque de ello sacan más rendimiento. Yo, en cambio, no.
El jugador se va y se va a casa. Yo acabo, gano, tomo un poco de jamón en el vestuario o una copa de vino. Ok, perfecto, hoy hemos ganado. Pero luego viene un jugador que te dice: "No veas cómo está de enfadado el que no ha jugado, el que no has sacado, el que has hecho calentar...". Y tú te llevas a casa el enfado de ese jugador. Y dices: "A ver qué hago yo para volver a ganármelo mañana". Y no le puedo decir: "Tranquilo, ya jugarás mañana". No, porque somos adultos, y si le digo: "No has jugado por este motivo" él lo que entiende es: "Tú quieres a ése y no me quieres a mi". Porque al final todo se reduce a sentirse querido. Se trata de hacer un trabajo que te guste y sentirte amado. [..]
Pasión
[..] Cuando uno no da todo lo que puede, entonces pienso que a lo mejor algo le pasa en su vida privada o que tiene algún problema. Entonces ahí le tengo que echar una mano. Cuando uno no da al equipo no es porque sea malo o una jeta. Si fuese así, o me voy yo, o al día siguiente esta persona está fuera. Igual sí que es así, al final, y me doy cuenta tarde, pero yo primero le tiendo la mano. A mi me pasa mucho que veo un conflicto y a los cinco minutos digo: "A éste le echo, no le aguanto". Pero tu obligación es otra. A mi me pagan para gestionar a este jugador, para recuperarlo. Y yo voy e intento otra vez echarle una mano. ¿Para qué? Yo no creo que ellos no quieran hacerlo bien, si no, no podría estar con ellos, me iría.
Trabajo en equipo
Al final, una de la razones del éxito es saber escoger. Si ahora ficho bien, me ahorro el 80% de trabajo. [..] En cada caso se trata de escoger bien. Por eso también es importante preguntarse "¿Son buenos?" vale, sí, ¿Pero cómo son como vecinos?". [..] Hay entrenadores a los que les gusta que haya cierto conflicto, porque de ello sacan más rendimiento. Yo, en cambio, no.
[..] Cada uno tiene que luchar por ser el mejor y por hacerlo bien, pero que sepan que solos, sin el resto del equipo, es imposible. [..] Lucho porque ellos sepan que se necesitan.
("Una conversación con Pep Guardiola" - Banco Sabadell)
("Una conversación con Pep Guardiola" - Banco Sabadell)
Muy buen post, tienes razón, algunas empresas deberían de leer esto pero leerlo en profundidad y aplicarse el cuento. Y a mi tampoco me gustan, ni los bancos ni el futbol.
ResponderEliminarBuen finde!
Siempre me ha parecido un hombre super sensato.
ResponderEliminarMe han gustado sus declaraciones.
Me voy a apuntar lo básico a ver si me aplico el cuento!!
ResponderEliminarMe gustaba como jugador y me apasiona como entrenador, un buen tipo con los piés en la tierra y la cabeza en su sitio, difícil estando donde está. Es estupendo. Beso! Lila&Cloe.
ResponderEliminarUn gran aplauso.
ResponderEliminarAún habiendo hecho lo que ha hecho con el Barça y haber llegado donde ha llegado sigue manteniendo los pies en el suelo, chapeau por él!
¡Vaya!
ResponderEliminarMe ha encantado, y eso que opino exactamente igual que tu: no me gusta ni el fútbol ni los bancos, pero la manera de pensar de Pep Guardiola... vaya, impresiona ver a un hombre de su profesión con la cabeza tan bien asentada, viendo como anda el panorama...
Un besito muy grande
♥ Marley
es que yo creo que para llegar donde ha llegado, tiene que ser una persona muy sensata. alguien que no pierda los nervios y que haga declaraciones como las que has puesto. chapeau
ResponderEliminarbesos!!
I♥NY
Estoy totalmente de acuerdo contigo, la gran mayoria de empresarios deberian tomar nota, estoy convencida que las cosas irian de otra manera.Me ha encantado leer este post.
ResponderEliminarGrácias por tus visitas a mi blog.
Saludos!