una lámpara que puedes abrazar

14.10.14
Es imposible contar las veces que he cogido una hoja de papel para empezar a escribir o dibujar. Tampoco es posible recordar las veces que he acabado cogiendo esta hoja entre mis manos para arrugarla y transformarla en una bola. Cada vez que no me gustaba lo que había escrito, esta hoja acababa arrugada en la papelera. Una acción anodina sin más consecuencia.

A cambio, desde que empezó a estudiar diseño, Margje Teeuwen encontró fascinante las formas que se pueden conseguir al arrugar papel. Esto le inspiró para crear una colección de lámparas a medida.

Junto con el diseñador Erwin Zwiers, han creado la lámpara Proplamp, hecha con un material biodegradable y que imita al papel arrugado. Cada lámpara tiene una forma inicial predefinida pero también un detalle hace que cada lámpara sea única: se puede coger entre las manos, apretarla, retorcerla o abrazarla. Cada uno le da la forma que quiere.

La idea que un objeto se pueda modelar así hasta el infinito según la inspiración del momento es brillante. Y el efecto decorativo es fabuloso.