Hoy en día, nos parece normal tirar a la basura cosas que han sido utilizados tan solo unos minutos. Un desperdicio de los recursos y una contaminación devastadora cuando se trata de plásticos.
La buena noticia es que cada vez más gente toman conciencia, actúan y comparten buenos hábitos, como María del
blog Escarabajos, Bichos y Mariposas. Esta tarde compartía
una foto en su cuenta Instagram para insistir sobre
la importancia de decir no y rechazar. Decir no a la bolsas de un sólo uso, a las pajitas de plástico, a los envases superfluos, son pequeños gestos que van sumando entre todos poco a poco.
Según
Greenpeace, sólo en España, se consumen más de 5.000 millones pajitas de plástico al año.Y esta cifra alcanza los
1.000 millones al día en el mundo. Son muy contaminantes y
muy dañiños para la fauna marina que las confunden con comida y llegan a taponar las vías respiratorias de los animales, como se vio en
este vídeo con una tortuga marina.
Han nacido varias organizaciones y asociaciones que lanzan campañas para luchar contra el uso de las pajitas de plástico, como
StrawFree.org en Estados Unidos o
@Baslespailles en Francia.
La mejor solución para erradicar el problema de las pajitas de plástico es
eliminar su uso o elegir opciones alternativas. Una buena alternativa son las
pajitas reutilizables hechas con bambú o de acero inoxidable (éstas últimas se pueden comprar en la web
sinplástico.org).
También existen
pajitas comestibles y 100% biodegradables como las que elabora por la marca española Sorbos.
Una pajita de plástico se usa durante sólo unos minutos pero puede tardar hasta mil años en descomponerse. Que sea para tomar un refresco, un batido o un mojito, la pajita de plástico simplemente debe dejar de ser una opción.
#DiNOalaspajitasdeplástico